La buena gobernanza es un elemento esencial para el funcionamiento de las cooperativas, ya que asegura que la organización se gestione de manera eficiente y efectiva. Las cooperativas, siendo organizaciones democráticas cuya propiedad y control pertenece a sus miembros, requieren una fuerte estructura de gobernanza para respetar su identidad única y alcanzar el éxito.
Uno de los mayores desafíos de la buena gobernanza en las cooperativas es garantizar que todos los miembros tengan voz y la oportunidad de participar en los procesos de toma de decisiones. Esto puede ser un desafío en las cooperativas grandes, donde los miembros pueden no estar adecuadamente representados, o donde el acceso a la información puede no ser igualitario. Además, algunos miembros pueden tener más poder o influencia que otros, lo que conduce a una representación y toma de decisiones desigual. Para abordar esto, las cooperativas deben establecer procesos claros y transparentes para la participación y el compromiso de los miembros, y asegurarse de que todos tengan acceso a la información y a la capacitación necesaria para tomar decisiones informadas.
Un segundo reto es mantener el enfoque en los objetivos y valores de la cooperativa. Con muchos miembros e intereses involucrados, puede ser fácil para la cooperativa perder de vista su misión fundamental y quedar atrapada en conflictos improductivos. Una estructura de gobernanza fuerte puede ayudar a la cooperativa a mantener el rumbo mediante el establecimiento de líneas de autoridad, procesos de toma de decisiones y mecanismos de rendición de cuentas claros y aceptados por todos.
Un tercer desafío es garantizar que las finanzas de la cooperativa se gestionen de manera efectiva y transparente. Esto requiere un fuerte sistema de gestión financiera y una cultura de responsabilidad financiera entre los miembros y líderes. Las cooperativas también deben asegurarse de tener los recursos necesarios, incluyendo personal capacitado y tecnología, para gestionar sus finanzas de forma profesional y eficiente.
Una cooperativa bien gobernada es capaz de responder de manera efectiva a las condiciones cambiantes y a las necesidades de sus miembros, así como de mantener su ventaja competitiva en el mercado. El buen gobierno también ayuda a garantizar que la cooperativa se gestione de manera ética y responsable, lo cual es esencial para mantener la confianza de los miembros y grupos de interés.
Indudablemente, la claridad en los roles y responsabilidades es un aspecto crítico para la buena gobernanza en las cooperativas. Cada miembro de la gobernanza debe tener una comprensión clara de sus responsabilidades individuales y de cómo estas están relacionadas con el éxito colectivo de la cooperativa. Esto es especialmente importante en las cooperativas, donde la democracia es esencial y los miembros tienen un papel activo en la toma de decisiones. Si los miembros de la gobernanza no conocen sus responsabilidades, pueden generarse conflictos y falta de claridad en la toma de decisiones, lo que puede afectar negativamente al éxito de la cooperativa. Además, cuando los miembros de la gobernanza conocen bien sus roles y responsabilidades, pueden trabajar de manera más colaborativa y eficiente. Esto permite a la cooperativa abordar diversos desafíos y oportunidades, así como asegurar una toma de decisiones informada y una gestión efectiva de los recursos.
Hay varias maneras de que los miembros puedan formarse en los roles y responsabilidades relativos a la gobernanza de sus cooperativas:
La formación en los roles y responsabilidades en la gobernanza de las cooperativas puede ser una combinación de diferentes opciones, dependiendo de las necesidades y preferencias individuales de cada miembro y cada cooperativa. Lo importante es que estos estén comprometidos a aprender y mejorar constantemente en sus roles para garantizar una buena gobernanza y el éxito sostenible de la cooperativa.
Son muchos los desafíos a los que se enfrenta la gobernanza cooperativa, y la manera en la que estos logren gestionarse determinará el futuro y la sostenibilidad de las organizaciones.
Manuel Nogales - Director ejecutivo de Acodea